Las mujeres en Losán I Losán

Las mujeres en Losán I

Las mujeres en Losán I | La directora de la fabrica de ASERPAL, cuenta su experiencia

Dolores Sánchez, directora de Aserpal desde hace 11 años, nos cuenta cómo ha sido su trayectoria hasta llegar a puestos de alta dirección en un entorno mayoritariamente masculino.

Aserpal es la fábrica de chapas de madera de Losán, en Vilasantar, A Coruña. Con un volumen de fabricación de más de 11 millones de m2 anuales y 115 empleados, cuenta con maquinaria puntera que permite desarrollar una serie de tratamientos sobre la chapa natural.

¿Cuándo empezó en Losan y cuánto tiempo lleva siendo directora de Aserpal?

1.- Corría el año 1992 cuando, recién incorporada al mercado de trabajo, fui contratada por INDUSTRIAS LOSÁN como operaria de producción en la sección de repasado y clasificado de caras de chapa. Transcurridos solo 2 meses, esta actividad fue trasladada a la nueva planta de ASERPAL, S.A., y en aquel puesto de trabajo permanecí por un período de tiempo aproximado de dos años, durante los cuales pude observar y conocer el proceso productivo de la fábrica y conocer, aunque solo "a grosso modo", la organización de la fábrica.

Yo tenía claro que quería progresar en el mundo de la empresa, así que, aprovechando una finalización de contrato, en marzo de 1994, decidí continuar mi formación en la Universidad de Santiago de Compostela, en el campo de Relaciones Laborales, especializándome en Derecho del Trabajo y Seguridad Social. Cerrada esta etapa, abril 1998, volví a llamar a la puerta de Aserpal, empresa que de forma generosa confió en mí y me permitió poner en práctica los conocimientos adquiridos, como Jefa de Personal. Desde entonces Aserpal ha sido uno de los centros de mi vida, circunstancia de la que estoy muy orgullosa y satisfecha, aprovechando esta entrevista para manifestar mi agradecimiento a la alta dirección y propiedad de la empresa.

Después de varios años de trabajo en el ámbito de los recursos humanos, en el 2007 la Dirección de nuevo confió en mi persona para nombrarme Directora de Fábrica, sin que hubiese reparo alguno por mi condición de mujer y madre de familia joven.

¿Le ha costado abrirse camino en un mundo de hombres? No solo porque sea un mundo principalmente masculino sino también por ser un puesto de alta dirección.

No especialmente, siempre se ha respetado mi trabajo y siempre he sentido el apoyo de la Organización. Si en algún momento he notado desdén, mala actitud o desaire por parte de algún compañero, lejos de causar alguna mella en mi ánimo, más bien me producía el efecto contrario, motivándome con especial empeño para vencer las dificultades. Es importante que las personas con responsabilidad en cualquier organización sepamos transmitir firmeza y tesón en la consecución de los objetivos marcados, siendo conscientes de que siempre hay alguna persona que puede cuestionarnos por nuestro origen, sexo o cualquier otra condición personal, pero sabiendo que ello de ningún modo puede afectar a la buena marcha de la empresa.

¿Ha encontrado dificultades a la hora de implantar sus directivas?

Esta fábrica siempre ha contado con un cuadro de personal técnico cualificado y muy comprometido. Yo, que soy una firme defensora del trabajo en equipo, simplemente he tenido que buscar o propiciar la mayor cohesión posible entre los miembros a través de la comunicación, coordinación y generando la confianza necesaria para que el trabajo en equipo tenga unos resultados positivos y satisfactorios. El equipo siempre es participe de la definición y establecimiento de objetivos y de la planificación de las acciones para llevarlos a cabo, lo que facilita enormemente la planificación de la actividad diaria y la consecución de los mismos.

¿Le es posible la conciliación familiar con este puesto de dirección?

La conciliación familiar es un término que engloba las dos facetas, la profesional y la personal, siendo muy importante en la vida de las personas pues se trata de lo que más quieres, se trata de tu familia y, aunque de entrada puede asustar, una debe pensar: "voy a ser capaz, mis hijas estarán bien." Sin embargo, yo siempre he afrontado este tema con un carácter positivo, siempre he pensado que era compatible y que sería muy beneficioso para mí y mi desarrollo como persona poder compatibilizar ambas cosas: trabajo y familia. Para ello, he contado con el padre de mis hijas que nunca ha escatimado tiempo en el cuidado y en la atención de ellas, y con la ayuda de una tercera persona, a la que hemos podido contratar como empleada, de manera que entre los tres estamos sacando adelante a una familia maravillosa, en la que nuestras hijas son conscientes de la importancia del trabajo de los padres y lo que ello aporta para su estabilidad y para su futuro.

Por parte de la empresa, tengo que decir que la flexibilidad con los empleados es una constante, sabemos que si necesitamos disponer de un tiempo determinado lo podemos tomar y adaptar la jornada a nuestras circunstancias personales en un momento dado. Valoro mucho este aspecto y me da tranquilidad y estabilidad. Como responsable de fábrica y como mujer siempre he comprendido a los empleados y empleadas que en algún momento han planteado o solicitado alguna modificación de horario, jornada, puesto, etc. por razones familiares. La respuesta en estos casos ha de ser positiva, ya que el trabajador lo agradecerá enormemente con mayor motivación y entrega.

¿Qué recomienda a otras mujeres que quieran seguir su camino?

Recomiendo altas dosis de optimismo, entrega y confianza en una misma: "Todo es posible y de todo somos capaces"


 

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